| El sueño no reparador repercute negativamente en la vida. Hay muchos tratamientos poco conocidos que evitan el uso de fármacos. En esta nota algunos ejemplos y tips para poder descansar realmente El modo de vida contemporáneo ha transformado hábitos de vida saludables en pro de adaptarnos a un ritmo que resulta ser perjudicial, tanto física como psíquicamente, y el hombre moderno paga con el sueño las consecuencias de su estilo hiperexigente. Por tal motivo, el estrés se transforma en un enemigo, provocando reacciones exageradas y perturbadoras frente a situaciones cotidianas. Si bien las causas de insomnio son múltiples, el estrés y la ansiedad son por lejos las razones más frecuentes.
El insomnio es un trastorno del sueño que consiste en la inhabilidad para iniciar o mantener un sueño continuo. Repercute en el estado vigil del individuo por producir disminución de la concentración, falta de energía física y alteraciones del comportamiento y de las emociones (irritabilidad), que afectan de modo importante en su calidad de vida.
Alrededor de un 40 % de las mujeres, 30 % de los hombres y 50 % de los mayores de 65 años se quejan de insomnio, con motivos en su origen diversos. Los más frecuentes son situaciones del individuo que se acompañan de intensa ansiedad, preocupación, tensión psíquica, angustia, miedo o tristeza.
La forma de duración prolongada o crónica puede tener otras causas: enfermedades médicas y psiquiátricas, insomnio primario, y problemas orgánicos del sueño.
Ciertas enfermedades médicas pueden traer aparejado insomnio como síntoma. Son enfermedades con componentes dolorosos que dificultan el sueño e impiden relajarse (artritis, úlceras). Las enfermedades psiquiátricas se también pueden generar problemas para dormir (por ej. La depresión). Asimismo, hay drogas que pueden causarlo: alcohol, cafeína, mateína, nicotina, por mencionar algunas.
La cantidad de horas que se duerme y la estructura del sueño varían con la edad. Un recién nacido duerme aproximadamente 18 horas, un adulto joven de 7,5 a 8 horas y un anciano alrededor de 6,5 horas.
Tratamiento sin drogas
El tratamiento del insomnio depende de la causa, la cual a veces puede ser difícil de identificar. Las opciones incluyen estrategias comportamentales y farmacológicas, o la combinación de ambas. Los tratamientos comportamentales más comunes son la higiene del sueño, la restricción del sueño, el control de estímulos y las técnicas de relajación.
Las médicas de higiene buscan corregir conductas que pueden dificultar el inicio o el mantenimiento del sueño. Estas incluyen: despertarse y acostarse todos los días a la misma hora -de ser posible los siete días de la semana para fijar el reloj biológico- con el fin de conseguir y mantener un determinado ritmo del ciclo sueño-vigilia; limitar el tiempo diario en cama al tiempo necesario de sueño (7,5-8 horas); evitar las bebidas que contienen cafeína (mate, café, té y bebidas cola) en las seis horas previas al inicio del sueño, ya que pueden retrasar o disminuir la profundidad del mismo; evitar largas siestas durante el día; realizar ejercicio físico, evitando las últimas horas del día por su efecto excitante; tomar baños de agua a temperatura corporal por su efecto relajante; comer a horas regulares y evitar comidas copiosas cerca de la hora de acostarse; mantener condiciones ambientales adecuadas para dormir (temperatura, ruidos, luz, dureza de la cama, etc.); evitar ver televisión, leer, trabajar o comer en la cama (estas actividades estimulan el sistema nervioso).
La terapia de control de los estímulos se basa en el supuesto de que la persona se ha condicionado a asociar el dormitorio a un sitio en el que no puede dormir. Tiene como meta reasociar la cama a un inicio rápido del sueño. Se lo instruye a que cambie ciertos comportamientos: se debe levantar de la cama si no concilia el sueño en 15 a 20 minutos, y únicamente puede acostarse de nuevo al sentirse somnoliento.
La psicoterapia cognitivo conductual puede ser de utilidad para aquellas personas ansiosas que tienden a traer sus problemas a la cama. Busca modificar y controlar pensamientos negativos y ansiógenos que aparecen al acostarse cuando se deja de hacer cosas que ocupaban el pensamiento antes de acostarse.
Drogas e insomnio
La utilización de drogas se debe dejar siempre en manos de un profesional. Las causas de este trastorno son múltiples, y no todas tienen el mismo tratamiento. Actualmente se cuenta con numerosos fármacos ansiolíticos, hipnóticos y antidepresivos. Cada uno tiene sus ventajas y sus efectos adversos. Estos últimos se deben tener en cuenta. No todos los profesionales están entrenados para manejarlos.
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